Cada pueblo baila la marinera con un estilo propio y forma de interpretarla, puede tomarse como base la marinera norteña, limeña, serrana y selvática; pues la marinera es una sola.
La marinera norteña es ágil, airosa, elegante y espontanea, que muestra durante el baile un coloquio amoroso donde la dama coquetea con picardía, astucia, insinuación e inteligencia, expresando su feminidad, mientras que el varón galantea, acompaña, acecha, y conquista a su pareja.
La marinera serrana también tiene variaciones. En puno se inicia bailando marinera y se termina con su famoso huayno pandillero o pandilla puneña. La marinera ayacuchana, arequipeña, cuzqueña, se acostumbra finalizar con chiquitas, huaynitos, chuscadas,etc.
La marinera limeña, jarana o canto de jarana tiene una secuencia completa que consta de tres marineras, una resbalosa y fugas, elementos que la diferencian de las otras regiones. La marinera limeña solo se hace con un conjunto criollo con guitarra y cajón.
La marinera de la selva tiene misterio y magia, la fuerza humana y los elementos espirituales se manifiestan en las expresiones de los danzarines. En Ucayali a la marinera se le llama La Cejada, con instrumentos típicos como el pitito, la quena o pífano, el tamborcillo y el bombo, de los cuales emanan notas llenas de alegría y jolgorio.
La marinera entrelaza la historia de los países hermanos en América latina y allí encuentra sus raíces. La marinera surge del pueblo, que le ha tomado cariño y es nuestro baile nacional al igual que el huayno.
La marinera es patrimonio Cultural de nuestro querido PERU. El patrimonio se defiende y para eso hay que poner parámetros para quienes cultivan la marinera, no solo en la danza si no también en los trajes.
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